Cualquier actividad humana causa, irremediablemente, un daño en el entorno. Efecto que es mucho mayor cuando la acción es llevada a cabo por una empresa y, precisamente por ello, cada vez son más las compañías que buscan reducir su impacto. A fin de conseguir este objetivo, hacer una auditoría medioambiental es un primer paso interesante.
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ToggleQué es una auditoría medioambiental y su objetivo
Antes de entrar de lleno en la definición de auditoría ambiental, hay que tener en cuenta otros dos términos importantes:
- Riesgo ambiental: posibilidad de que una determinada acción cause un daño en el entorno. Este tipo de riesgos pueden darse de forma natural o ser causados por el propio ser humano.
- Impacto ambiental: daño en el entorno que se produce cuando el riesgo ambiental se ha materializado.
Teniendo presente lo anterior, podemos definir las auditorías medioambientales como los procesos de revisión de las diferentes operaciones y procedimientos que se llevan a cabo dentro de una empresa, para asegurar que son conformes a la normativa sobre el cuidado del entorno.
El objetivo de este análisis es recopilar información relevante para poder controlar, planificar y rectificar acciones que se están llevando a cabo dentro de la compañía, y que pueden ser perjudiciales para el medioambiente.
No obstante, la auditoría también puede tener otras finalidades, como evaluar el cumplimiento de las metas fijadas en materia de reducción del riesgo medioambiental, identificar áreas de mejora, o tomar decisiones de optimización de procedimientos si alguno de ellos es ineficiente.
En qué consiste y qué se valora
La auditoría se lleva a cabo en varios pasos, y lo que se valora es que la forma de trabajar de la empresa sea acorde con la regulación de protección del medioambiente, de conformidad con lo dispuesto en la Certificación ISO 1400.
Los objetivos del análisis varían en función del tipo de corporación de que se trate. En un ejemplo de auditoría ambiental de una empresa papelera, se tendrán en cuenta factores como el uso de materiales reciclados, o el tipo de procedimiento de reciclaje que se aplica al papel sobrante en el proceso de producción. Mientras que en una empresa de productos químicos se dará más importancia a factores como el tratamiento de los residuos.
En cualquier caso, lo que siempre se valora en una auditoría es:
- Si el sistema de gestión ambiental que se ha implantado sigue las especificaciones previstas en la norma ISO 14001.
- Hasta qué punto se cumplen los procesos previstos en el sistema de gestión ambiental.
- El trabajo que realizan los diferentes departamentos que están implicados en los procesos medidos.
- Si se están aplicando medidas de subsanación en caso de desviaciones.
Para lograr sus objetivos, la auditoría ambiental se divide en varias fases:
Planificación de la agenda y del método
Primero se selecciona a la persona o personas que serán responsables de la auditoría y se recabará la información necesaria para que puedan llevar a cabo su trabajo. A la vez, se decidirá que metodología aplicar para realizar el análisis.
Revisión de documentación
Antes de pasar a la fase de observación directa, hay una etapa de revisión de documentación para estar al tanto de los permisos legales con los que cuenta la empresa, los procedimientos que está aplicando y cuál es su política ambiental.
Notificación de la auditoría
A fin de que la empresa esté preparada, es informada sobre la fecha y la hora en que se realizará la auditoría, y se determina el alcance de la inspección que se va a llevar a cabo en las instalaciones. Esto suele requerir de varias reuniones para establecer la metodología a aplicar y fijar las reglas que han de respetarse.
Evaluación del sistema de gestión ambiental
En la fecha prevista, los responsables de la auditoría hacen un examen directo de las actividades empresariales para evaluar su impacto ambiental.
Informe de auditoría
Los expertos elaboran un informe que recoge de manera detallada sus observaciones y los datos más importantes y relevantes, informando de las áreas de mejora y de las medidas correctoras que deberían aplicarse.
Ventajas de realizar una auditoría medioambiental
Obtención de datos útiles
La información de la auditoría permite a la empresa tomar decisiones sobre los procesos internos que le permitirán avanzar de una forma más eficiente y cumpliendo con la normativa medioambiental.
Mejora de la imagen de marca
Los consumidores valoran mucho más a aquellas empresas que se preocupan por la sostenibilidad. Así, la reducción de los riesgos ambientales asociados a una actividad empresarial se convierte en una fuente de ventaja competitiva.
Cuidado del entorno
La mejora de la gestión medioambiental beneficia al conjunto de la sociedad, al reducirse los niveles de contaminación y las emisiones nocivas a la atmósfera, dando como resultado un entorno mucho más saludable.
La auditoría medioambiental es una evaluación que le aporta mucha información útil a las empresas, y les ayuda a seguir desarrollando su actividad, pero de una forma más sostenible. De esta forma, contribuye a que todos disfrutemos de un entorno más cuidado.