Hasta ahora, nuestros sistemas de producción se basaban en la economía lineal, es decir existían unas primeras etapas en la que tras obtener determinadas primas, estas se iban transformando en diferentes fases de la producción hasta obtener el producto deseado. Posteriormente, los productos se comercializaban y tras su uso, simplemente los desechábamos.
Está claro que este sistema es bastante poco sostenible, pues de continuar con él, deberíamos de seguir explotando los recursos naturales de manera indefinida con el añadido proporcional en la generación de residuos.
La economía circular basa su funcionamiento en la jerarquía de la gestión de residuos y en obtener materias primas “secundarias” a partir de nuestros propios residuos.
En la práctica, implica reducir los residuos al mínimo. Cuando un producto llega al final de su vida, sus materiales se mantienen dentro de la economía siempre que sea posible. Estos pueden ser productivamente utilizados una y otra vez, creando así un valor adicional.
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ToggleBeneficios de la economía circulaR
Uno de los motivos para avanzar hacia una economía circular es el aumento de la demanda de materias primas y la escasez de recursos. Varias materias primas cruciales son finitas y, como la población mundial crece, la demanda también aumenta.
Otra de las razones es la dependencia de otros países: algunos países de la UE dependen de otros países para sus materias primas.
El impacto en el clima es otro de los factores. La extracción y el uso de materias primas tienen importantes consecuencias medioambientales, aumenta el consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono (CO2), mientras que un uso más inteligente de las materias primas puede reducir las emisiones contaminantes.
Medidas como la prevención de residuos, el diseño ecológico y la reutilización podrían ahorrar dinero a las empresas de la UE mientras se reduce el total anual de emisiones de gases de efecto invernadero.
El proceso
La jerarquización de residuos consiste en primer lugar su prevención (producir el menor número de residuos que sea posible), a continuación en la reutilización (utilizarlos tantas veces nos sea posible, hasta que deje de ser válido y pierda su función, a menudo desechamos productos que podemos seguir utilizando pero nos deshacemos de ellos simplemente porque ya hemos perdido su atractivo) posteriormente el reciclado (consiste en transformar nuevamente nuestros residuos en nuevos productos con diferente utilidad).
La siguiente etapa seria su valorización energética o incineración ( los residuos que no pueden ni reutilizarse ni reciclarse pueden ser aprovechados en una nueva etapa de incineración sirviéndose como combustibles para la obtención de energía) y por último lugar su eliminación o vertido, aunque solo debemos llegar a esta fase en el hipotético de no poder situarnos en etapas previas.
¿Por qué cambiar a una economía circulaR?
Dicho de otra manera y en términos económicos podríamos decir, cuanto más residuos generamos, más dinero perdemos. Las practicas insostenibles de algunos fabricantes como es la conocida obsolescencia programada o simplemente nuestros gustos, obsolescencia percibida, nos empujan nuevamente a este sistema lineal.
Cada día empezamos a escuchar mas comúnmente los términos sostenibilidad o economía circular y a veces los utilizamos sin saber exactamente bien de lo que estamos hablando. Cómo adelantábamos, la economía circular trata de cerrar el círculo de la anterior economía lineal, basándonos en un nuevo punto de vista mucho más sostenible tanto en las fases de extracción de materias primas, producción, distribución, comercialización, uso y disfrute y su posterior eliminación.
Con este tipo de economía trataremos de fabricar mejores productos, que duren más tiempo, sean mas duraderos e inocuos para el medio ambiente, utilizando materiales biodegradables o con escaso impacto ambiental, a lo que llamamos ecodiseño.
La información al consumidor también es importante, así, los usuarios finales puedan discrepar entre que productos son mas sostenibles y cuáles no. Para ello, una de las herramientas más utilizadas es el ecoetiquetado.
Si comenzamos a fabricar productos que permitan más fácilmente la reparación o su desmontaje para la reutilización, utilizando materias no tóxicas e inocuas para el medio ambiente, afortunada e inevitablemente estamos minimizando nuestra generación de residuos, abaratamos la obtención de materias primas, reducimos los costes logísticos y de comercialización y paralelamente hacemos que nuestro los impactos ambientales cada vez sean menores reduciendo nuestra huella ecológica.
¿Cómo puedo empezar a aplicar la economía circular?
Hasta aquí creo que ya podemos hacernos una buena idea de en qué consiste la economía circular y cómo podemos abordar en primer modo nuestro comportamiento de consumo. La mayoría de de los países ya han abordado estrategias para transformar sus economías en este sentido y si no, están en fase de preparación. La UE ha lanzado un plan de acción con 54 medidas para reorientarnos a este nuevo concepto de economía más saludable para nuestro planeta y en línea con la Estrategia Europea 2020, además muchos de los proyectos seleccionados pueden ser financiados con fondos europeos.
El equipo de KIWI estudio-medioambiental también quiere ser una agente de este cambio y pone a disposición de nuestros clientes planes y programas flexibles, de economía circular y sostenibilidad que en función de las características de cada sector, les permita alinearse mejor con esta nueva tendencia, además si se dan las condiciones requeridas gestionamos los fondos de subvención para que el proceso no sea una carga económica y facilitar la transición.